¿Eres de los que se para a leer las etiquetas de los alimentos para ver su origen o por el contrario echas a la cesta todo lo que llama tu atención sin importarte el etiquetado? Si eres de los primeros, seguro que te llevan los demonios cuando ves en el súper que las naranjas vienen de Sudáfrica, los tomates de Marruecos o los garbanzos de México.
Son productos que vienen de muy lejos y tienen que recorrer miles de kilómetros hasta llegar a los supermercados. Se trata de una forma de consumir alimentos totalmente opuesta a lo que se conoce como consumo de cercanía o de proximidad.
Los productos de cercanía son aquellos que se venden cerca del lugar en el que han sido producidos. También se les conoce como productos Km 0 porque su producción y consumo suele encontrarse a menos de 100 kilómetros de distancia.
Bueno para ti, para el entorno y para la economía local
Apostar por este tipo de productos no solo te beneficia a ti, sino que también protege al medio ambiente y refuerza la economía local. ⠀
Cuando consumes productos locales, obtienes el producto en el momento justo cuando tiene los máximos nutrientes. Por lo general, estos alimentos llegan a los establecimientos a las pocas horas o días de haber sido recolectadas, por lo que llegan en su momento de consumo óptimo. Además, la mayoría de estos productos suelen estar libres de pesticidas.
Otro aspecto muy importante es que se reducen las emisiones contaminantes que genera el transporte, porque los productos tienen que recorrer muy poca distancia para llegar al establecimiento donde se venden.
Por otro lado, consumir estos productos ayuda a fortalecer a los comercios y productores de tu zona o barrio, generando una economía más justa y solidaria. Además, pones en valor los productos de la región en la que vives, ayudando a mantener los orígenes de la cultura gastronómica local.
¿Dónde comprarlos?
No hace falta buscar mucho para encontrar productos de proximidad cerca de ti. Puedes acudir al mercado de tu barrio, a pequeñas carnicerías, pescaderías, panaderías, fruterías o ultramarinos, comprar en cooperativas, en bodegas o a pequeños productores que se encuentren cerca de tu domicilio. También existen los mercados de productores para la compra directa, como este que tiene lugar en distintos puntos de Madrid.
Cada vez más grandes superficies apuestan por los productos de proximidad. Basta con que leas las etiquetas de lo que compras para ver de dónde procede, y si tienes dudas, preguntes.
También hay iniciativas interesantes como Madrid Km Región, una web que aglutina a una serie de fincas de producción ganadera y agrícola de la Comunidad de Madrid. Por su parte, desde Correos lanzaron Correos Market, un espacio online que impulsa la venta de productos locales de calidad.
Y no te olvides de las redes sociales, que están llenas de anuncios de productores que venden sus productos online.
Alimentos de cercanía = alimentos de temporada
Los productos de cercanía están ligados inevitablemente a los de temporada, que son los alimentos que se venden en su época de recolección, por ejemplo, las naranjas y mandarinas en inverno o los melones y sandías en verano. Si no tienes muy claro cuándo es la época ideal para comprar ciertos productos, echa un vistazo al calendario de frutas y al calendario de verduras elaborados por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
En Sazón solo trabajamos con productos de cercanía y temporada y elaboraciones artesanales (sin procesados industriales ni precocinados). Es uno de nuestros pilares. Para elaborar nuestros platos nos surtimos de las huertas de Madrid que tenemos más cerca. Una de ellas es Tómate la Huerta, en Torremocha de Jarama; también trabajamos con Huerta el Chorrillo, en Paracuellos de Jarama, y con otra huerta situada en Brunete.
¿Vas a organizar un evento y te gustaría contar con productos locales, de calidad, ricos y con una presentación cuidada al detalle? En Sazón preparamos tu catering sostenible a base de menús saludables, deliciosos y adaptados a tus necesidades. ¿Te animas a probarlos?